Cantidades y números de forma manipulativa

Una propuesta de Aprendiendo matemáticas. Es muy sencillita, no requiere prácticamente preparación (que a veces es lo que más pereza da, porque luego le dedican al juego 10 minutillos escasos, al menos con la edad de los míos, dos minutillos en el caso de Niñolapa jeje).

Preparamos los materiales: corazones de cartulina, tizas y celo. Vamos a aprovechar la pizarra para usarla de tablero, y para que Niñolapa pueda jugar con nosotros, preparo corazones de distintos tamaños para que pueda ordenarlos.

Como siempre, dejo las cosas ya preparadas para que ellos se pongan directamente a jugar... como quieran ayudar (que en otros casos sí que les dejo), nos podemos eternizar, y ahora en verano es arriesgado, porque por suerte, o por desgracia (depende de cómo se mire, y en qué momento), se nos acumulan las cosas por hacer, y somos muuuuy lentos para todo...

Nuestra pizarra preparada y los niños fresquitos después de echarse la siesta de rigor.

¡¡Niñolapa lo hizo estupendamente!! y le gustó jeje, no esperaba que las colocara, más bien que jugara a pegar y despegar corazones, me sorprendió gratamente... y la verdad es que es un niño muy avispado, y que escucha, le está costando un triunfo arrancarse a hablar, pero se entera de todo...yo creo que tiene mucha vida interior jejeje...

Nanel también se centró bastante (bastante más de lo que acostumbra, es pequeño, y es disperso, no me agobio... bueno, intento no agobiarme) y jugó un ratillo (me doy más que satisfecha, y ¡doy por superado el reto!), hizo bien las sumas (que todavía no tiene concepto de sumas, pero íbamos contando y repasando la grafía, que este verano no estamos repasando mucho).

Y después del juego se lanzaron a la libre expresión... ala, a disfrutar de las tizas, que para eso están (menos Niñolapa cuando se ¡¡las metía en la boca!!, fuera, cacaaaa).

Yo creo que no tengo una buena percepción del benjamín... no recuerdo las cosas que hacía Nanel a su edad, y a veces me sorprendo de que haga algunas y me preocupa que no haga otras (bueno, preocuparme me preocupo poco, más bien me lamento de no dedicarle el tiempo que le dedicaba al otro, leíamos mucho y hacíamos muchas más cosas... de todos modos, ralladuras absurdas a parte, con el segundo todo te parece más normal y ya no estás tan angustiada... con el primero, por mucho que te repitas que cada niño va a su ritmo, siempre te angustias un poco... no hay remedio, yo soy de las que aprenden por experiencia).